Por: José A. San Martín Flores*
Se acerca la fecha para la contienda política que nos llevará a los hondureños a elegir nuevas autoridades, nuevo gobierno en el Poder Ejecutivo, Legislativo y Corporaciones Municipales. Desde ya se inician los movimientos internos en las instituciones políticas vigentes Queremos señalar al Partido Liberal de Honduras (PLH), como la alternativa que emerge con mayores posibilidades para substituir al actual gobierno del Partido Libertad y Refundación (LIBRE), que ha decepcionado las expectativas de la hondureñidad. Sus logros no compensan en lo más mínimo los desatinos cometidos con sus malas decisiones sobre proyectos y promesas de campaña incumplidas, entre otras: La creciente inseguridad en el sentir de la población; la pobreza no ve signos de reducirse; el nepotismo administrativo; continúan las caravanas de emigrantes nacionales; los cobros del peaje son inamovibles; la llegada de la CICIH se diluye con el tiempo; la Policía Nacional no deja de morder además de su ineficacia en la prevención del delito; las Fuerzas Armadas han reducido sus capacidades de defensa al destinar miles de sus efectivos en labores policiales y penitenciarias que la desprestigian a diario; destinar exorbitantes sumas de recursos económicos en la creación de centros penitenciarios en las Islas del Cisne y otra entre Olancho y Gracias a Dios, a pesar de los argumentos técnicos negativos de expertos nacionales e internacionales; la miseria se observa en los alrededores de las ciudades y los parques públicos; las ciudades se llenan de desempleados; protestas y tomas de instalaciones de salud, de calles, carreteras y en otras instituciones estatales porque el gobierno no cumple eficientemente con sus obligaciones administrativas; la enorme negligencia con las ejecuciones presupuestarias; los frecuentes racionamientos de energía eléctrica y en el abastecimiento de agua; etc., etc.
Libre no estaba preparado para gobernar porque no lo ha hecho bien. En los medios de comunicación se debaten y discuten los niveles de inversión pública observando cifras que nos asombran. Hablan de miles y miles de millones de lempiras, cifras estratosféricas e inimaginables. Sería interesante conocer cómo calculan esos montos, pero eso es lo que escuchamos y vemos en los noticieros radiales y televisivos.
El desprestigio del gobierno de Libre hace que sin remedio pierda adeptos y seguidores que impedirán su continuidad en el poder. Naturalmente que esta condición favorece a los partidos de oposición incrementando su membresía y brindando nuevas soluciones para resolver los problemas de Honduras. Incluso su principal opositor, el Partido Nacional de Honduras (PNH), si se articula inteligentemente, puede recuperar su fuerza política a pesar del desprestigio de sus máximos dirigentes al haber accionado en consonancia con los intereses de la delincuencia organizada. El otro gran opositor, el de las milicias eternamente jóvenes, el Partido Liberal de Honduras (PLH), en la llanura debido a fuertes diferencias por egoísmo político entre sus dirigentes, a malas decisiones partidarias y a la ausencia de verdaderos lideres que promuevan la cohesión institucional; la coyuntura del momento señala al PLH como el indicado para aglutinar y liderar una fuerza opositora, siempre que seleccione al líder correcto, con carisma y con una trayectoria limpia e indiscutible. Con estas condiciones, el PLH tiene la mayor posibilidad de lograr la victoria en las próximas elecciones. Sin embargo, el partido de gobierno, a pesar de su descrédito, tratará de mantenerse en el poder poniendo en práctica políticas maquiavélicas de desprestigio contra sus principales contrincantes políticos. Igualmente utilizará métodos deshonestos e ilícitos para manipular a su favor los procedimientos establecidos en las normas electorales. Incluso el uso de la violencia.
La reelección en los cargos presidenciales está prohibida por la Carta Magna, sin embargo, en el pasado reciente se violó esta disposición a vista y paciencia de todos, y, a pesar del juramento de promesa de ley de toma de posesión de ese alto cargo, ”. … de cumplir y hacer cumplir Constitución y sus leyes”, siempre nos han engañado. Esto no aplica en otros cargos de elección popular, como las diputaciones al Congreso Nacional y las Corporaciones Municipales, donde sí se pueden reelegir, por lo que siempre buscan continuar en esos cargos, de por vida si fuese posible. Es increíble como muchos de ellos llevan ya muchos períodos sin que nadie los suceda. Todos sabemos por qué se aferran a ellos, “El poder del dinero enferma”. Somos de la opinión que se deben prohibir estas reelecciones.
Recientemente vemos como muchos militantes de Libre, particularmente diputados, están solicitando reintegrarse al PLH. ¿Será que en su partido ya no tienen opción de continuar siendo diputados y ven la oportunidad de prolongarse con el PLH?
Se requiere, indubitablemente, un líder carismático y honesto en toda la extensión de la palabra, para que lidere la fuerza política opositora y cambie el rumbo nefasto, de la izquierda comunista, con el que el actual gobierno se está empeñando en someter al pueblo hondureño.
*Cnel. de Av. ®
Ex Cmdt. Gral. FAH, Lic. en CCAAMM
Junio 28, 2024