Por: Marcio Enrique Sierra Mejía
El socialismo hondureño que promueve el Partido Libre es una noción influenciada históricamente por la tradición marxista. En consecuencia, su postura política demuestra una crítica del capitalismo. Construyen argumentos teóricos para demostrar la caducidad del sistema institucional económico y político liberal y, en lo ético-normativo, infunden nuevos valores claramente antagonistas con los valores culturales propios de la democracia capitalista. Empero, a pesar de esa tradición marxista, los socialistas del Partido Libre no tienen una teoría socialista mínimamente articulada, en cuya práctica política, demuestren con efectividad la consistencia del enfoque teórico ideológico. En otras palabras: hay en la postura socialista refundacional hondureña un vacío teórico de enormes consecuencias históricas: en nombre de la refundación socialista quieren transformar a Honduras afectando las vidas de millones de hondureños y hondureñas creando caos y un odio social que les afecta políticamente y les lleva a la pérdida del posicionamiento político adquirido y, objetivamente, al fracaso del esfuerzo logrado luego del triunfo electoral conquistado en noviembre de 2021.
La conducción de la gobernanza socialista que ejerce el Partido Libre a través del nepotismo familiar Castro Zelaya ha degenerado el socialismo que impulsan y, lo que han impuesto, es la tiranía de un gobierno macro cefálico, corrupto burocrático que demuestra una esclerosis económica. Van implantando una pseudo revolución socialista, con débil sustentación teórica, marcada por una pesada carga de “aventurismo político” que les está resultando fatal. En cierto sentido, se han vuelto reaccionarios insensibles e indignos moralmente. Pues la transición política que impulsan lleva en su seno una explosiva mezcla de falsedad, incapacidad e inseguridad que genera incertidumbre en las masas ciudadanas, falsas seguridades sobre muchas cosas: falta de transparencia social, por ejemplo, o una fuerte resistencia al cambio en la psique de los hondureños que ahora les repudian fuertemente.
La concepción marxiana de los socialistas hondureños necesita realizar un ejercicio de auto clarificación conceptual con el fin de poder contribuir a llenar el vacío que existe en el enfoque de desarrollo político. ¿Hasta qué punto es pensable la instauración de un socialismo nacionalista liberal-democrático de mercado? ¿Es posible un socialismo con esta perspectiva práctica? Pienso que bien se puede considerar que es teóricamente plausible transitar hacia un socialismo nacionalistaliberal-democratico de mercado. ¿Cabe un socialismo así? Mi propuesta es que la mejor vía teórica para reencontrarse, es aceptando el mecanismo de mercado (por razones de eficiencia), el derecho liberal (por razones éticas) y la democracia participativa (por realismo cognitivo); estos elementos son los que, dan viabilidad a las formas de propiedad o gestión de los medios de producción. Al excluir esta vía teórica en el actual debate entre opositores de derecha y oficialistas de izquierda, estamos imposibilitando y evitando en su máxima expresión un camino alternativo para lograr un Estado de bienestar: el cual al final de cuentas, es una cuestión de grado. Creemos que el socialismo es viable sí las fuerzas políticas tienen la capacidad para debatir con altura política. Bien se puede reconocer que el capitalismo tiene virtudes frente al modo de producción socialista.