Ante las dos últimas muertes de dos menores en el Centro Pedagógico de Internamiento Jalteva, se ha realizado un cambio de autoridades que han detallado que se realizará una intervención multidisciplinaria, con auditorías y reestructuración.
La nueva directora del Instituto Nacional para la Atención a Menores Infractores (INAMI), Azalia Espinoza, asumió su cargo con el reto de evitar que tales incidentes se repitan.
“Dos muertes en una semana es un reto para mí, sin embargo, se hará todo lo posible para evitar que estos incidentes puedan ocurrir nuevamente”, afirmó Espinoza.
Al tiempo que anunció una intervención inmediata en el Centro Pedagógico Jalteva, aclarando que no se trata de una intervención tradicional, sino de una intervención multidisciplinaria.
“Hablamos de un plan que busque bajar la tensión entre los jóvenes a través de la rehabilitación, y no de un enfoque represivo. Nos enfocaremos en el tema psicosocial y en la atención individual”, explicó.
Manifestó que su misión es implementar un proceso de rehabilitación efectivo que permita una correcta reinserción social de los jóvenes. Además, en cuanto a la reestructuración del personal, Espinoza mencionó que será necesario realizar un estudio exhaustivo.
Por su parte el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh) condenó que 24 niños y adolescentes han perdido la vida, de forma violenta, en centros de privación de libertad bajo la custodia del Estado.
“Lamentamos profundamente que el adolescente, que cumplía la medida privativa de libertad en ese centro, bajo la custodia del Estado, haya perdido la vida”, dijo la coordinadora de la Defensoría de la Niñez del Conadeh, Cándida Maradiaga.
Indicó que es una gran responsabilidad que tiene el INAMI y el Estado hondureño, garantizar la vida de los menores privados de libertad en los centros de internamiento del país.
El Conadeh recordó que la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH), en su reciente visita, recomendó al Estado hondureño crear acciones urgentes para que las condiciones de detención de los centros pedagógicos se ajusten a los estándares internacionales para desarrollar programas socioeducativos con los niños y adolescentes.
Se estima que entre el 2010 y junio del 2024, alrededor de 24 niños y adolescentes perdieron la vida en circunstancias violentas, en centros de privación de libertad bajo la custodia del Estado, 40 en Jalteva Viejo, 44 en Nuevo Jalteva, 13 en el Sagrado Corazón, 9 en El Carmen y 18 en el Carmen Intermedio.
Las muertes más recientes es la de dos jóvenes en Nueva Jalteva, el 18 de junio, se registró la muerte violenta de Moisés Daniel Cerrato Lazo (13), quien fue encontrado colgado de una viga y con signos de tortura.
Y el 24 de junio, en menos de una semana, se registró la muerte del adolescente Rony Josué Zúniga Amaya (16), la segunda muerte violenta que se registra en Nuevo Jalteva.
Mientras que el director de Instituciones Privadas por las Niñas, Niños, Adolescentes, Jóvenes y sus Derechos (COIPRODEN), Wilmer Vásquez, informó que en Honduras al menos 274 adolescentes han perdido la vida de forma violenta, y en comparación a los primeros cinco meses del año 2023, lo que representa un aumento del 6 por ciento.
“Andamos alrededor de 274 adolescentes que han perdido la vida y que, si lo comparamos con los primeros 5 meses del año 2023, andamos por lo menos en un 6 por ciento de incremento de muertes violentas”, condenó Vásquez.
Y los departamentos de Cortés, Francisco Morazán y Olancho han sido denominados como las zonas con mayor número de muertes violentas. “Y esto también nos indica que el promedio entre 50 y 60 muertes violentas mensualmente sigue ocurriendo en el país”, señaló.
Sin embargo, destacó que se están tomando decisiones con la creación de una institucionalidad que esté al nivel de las demás secretarías de Estado.
La violencia que se vive en Honduras debe de ser enfrentada no solamente por los entes de seguridad del Estado, sino, la familia, la comunidad y la sociedad en conjunto juegan un rol importante para salvaguardar las vidas.
“También debemos de ser parte de la familia, la comunidad, la sociedad en su conjunto, los medios de comunicación, los diferentes sectores de la sociedad, unirnos para poder garantizar el fortalecimiento de la seguridad ciudadana”, aseguró.