Cuando la pasión por el arte en sus diversas manifestaciones es capaz de derribar muros, entonces podremos decir que hemos recobrado nuestra identidad cultural. Honduras es poseedora de una inmensa diversidad cultural que se resiste a desaparecer porque en cada pueblo por muy remoto que sea, siempre habrá una voz que se alce en el desierto de la indiferencia.
Esa voz tiene un nombre que ha recorrido todos los rincones de patria arrancando jirones de esa riqueza historia del ayer lejano, cuyas huellas ha ido siguiendo de pueblo en pueblo, David Adolfo Flores, folclorologo, como el mismo se define en ese ir y venir.
En breve entrevista para este rotativo nos habla de esos girones de la historia nuestra con diversos matices del ayer. “Comencé mi carrera artística desde 1978 cuando llegué a la Secretaria de Cultura y comencé a bailar en el cuadro nacional de danza folclórica y me convierto en director del departamento del folclor nacional y director a la vez del Cuadro Nacional de Danzo Folclórica.
Aquí fue cuando comencé a incursionar en la investigación y tratar de unificar la danza folclórica porque se bailaba de forma diferente de un lugar a otro porque no existía ningún material, ni esquemas para darles a los participantes de los cursos para recordar las coreografías. Los escritos que llevaban ni ellos mismos los entendían. En base a toda esa experiencia creamos los congresos didácticos para la unificación y difusión de la danza folclórica hondureña. Aquella fue una valiosa oportunidad para ir creciendo. La intención es seguir rescatando la cultura nacional a través de los congresos programados.
De la danza a la investigación por todo el país, de manera tal que me convierto en un investigador folclórico, me convierto en un crítico de ciertas costumbres y manifestaciones culturales del país, razón por la cual comienzo a investigar y hago mis propias conclusiones. Una de las conclusiones importantes es que existen seis tipos de sique y cuarenta y cinco variaciones de sique.
Dentro de todo ese proceso de investigación, Flores van en busca de la vestimenta desde la época prehispánica hasta la actual. En esta investigación me entero que en nuestro país se utilizaban cuatro tipos de taparrabo. Todas estas investigaciones están plasmadas en mi próximo libro que se llama “La Segunda Piel de nuestros pueblos.
La última publicación realizada es “La muestra de la vestimenta folclórica del departamento de Olancho”, cuya presentación se realizó el pasado 12 de abril. ¿Por qué Olancho? Sencillo, la comunidad Olancho lo pidió a través del alcalde de San Esteban.