Carlos G. Cálix
Como representantes de una generación marcada por la innovación, la tecnología y el cambio, tenemos el poder y la responsabilidad de transformar a Honduras conduciéndola hacia un futuro brillante. Los millennials y la Gen Z, somos los herederos de un legado que ha desafiado la adversidad y ahora es nuestro momento de brillar con luz propia.
Nos enfrentamos a una encrucijada crucial en la historia de Honduras. Por un lado, persisten los problemas estructurales que han lastrado nuestro progreso durante las últimas seis décadas: la corrupción, la falta de oportunidades, la inseguridad y la pobreza. Pero, por otro lado, vislumbramos un horizonte lleno de potencial y promesa, listo para ser conquistado por una generación audaz y visionaria.
Es en este contexto, una serie de políticas más liberales deben emerger como la fuerza motriz que puede impulsar nuestra nación hacia el desarrollo y la prosperidad. Un enfoque político que abogue por la libertad individual, la responsabilidad personal y un Estado limitado que promueva un ambiente propicio para la inversión, la innovación y el crecimiento económico sostenible.
Los datos respaldan mi visión. Estudios muestran que los países con políticas económicas más liberales tienden a experimentar un mayor crecimiento económico, una menor tasa de desempleo y una mayor calidad de vida para sus ciudadanos. La libertad económica no solo es un ideal abstracto, sino una herramienta concreta para mejorar la vida de las personas y construir un futuro próspero para todos.
Pero las políticas liberales van más allá de la economía. También promueven la libertad de expresión, la igualdad de oportunidades y el imperio de la ley. Defiende los derechos individuales frente a la opresión del Estado y de cualquier forma de tiranía. Con un enfoque inclusivo que valora la diversidad de pensamiento y reconoce que la verdadera fuerza de una sociedad radica en su capacidad para permitir que cada individuo alcance su máximo potencial.
Honduras tiene un potencial ilimitado que está esperando ser desatado. Somos una nación rica en recursos naturales, con una ubicación estratégica y un talento humano excepcional. Pero para alcanzar nuestro máximo potencial, debemos dejar atrás las viejas formas de pensar y abrazar una mentalidad de desarrollo y apertura al cambio.
El desarrollo no es un destino final, sino un proceso continuo de mejora y crecimiento. Significa invertir en educación de calidad, en infraestructura moderna y en programas sociales eficientes que brinden apoyo a los más vulnerables. Significa promover la innovación y el emprendimiento como motores de crecimiento y creación de empleo. Significa construir un país donde la meritocracia reemplace a la corrupción y la burocracia como principio rector de nuestra sociedad.
Pero este camino hacia el desarrollo no estará exento de desafíos. Enfrentaremos obstáculos y resistencia en el camino, pero con determinación y unidad, podremos superar cualquier adversidad. Somos una generación resiliente y comprometida, capaz de superar los desafíos más difíciles y construir un futuro mejor para nosotros y las generaciones venideras.
Por eso, hondureños de hoy, los invito a unirse a esta causa. No se conformen, no se resignen ante la mediocridad y la corrupción. Exijan un cambio real, exijan un futuro mejor para ustedes y para su país. Unidos, podemos construir una Honduras más próspera y justa para todos.
Por favor no se resignen ante la mediocridad y la corrupción, tampoco ante la política vil e inescrupulosa. Es muy cierto que una buena parte de la política hondureña apesta. Que no queremos ensuciarnos, que vemos con desdén las atrocidades que pasan en el Congreso Nacional, en la Casa Presidencial y en la mayoría de las instituciones de gobierno. Millennials y generación Z de Honduras, en medio de todo esto, sabemos que no nos van a callar, que continuaremos hacia adelante y que buscaremos un cambio para nosotros y para los que vienen. Somos los que dejaremos un legado de libertad y desarrollo para Honduras.
Mientras lo conseguimos, estoy seguro que en el proceso nos molestaremos y nos desilusionaremos, pero tendremos el coraje para no detenernos. Si hay algo que nos caracteriza es que decimos las cosas de frente y sobre todo mantenemos nuestras posturas con determinación. No pararemos, seguiremos dando cinco pasos al frente con las cinco estrellas de nuestra bandera que un día los hondureños llevaremos con orgullo en la mano derecha.
Mejores indicadores sociales, mejores indicadores macroeconómicos, eso queremos porque nos merecemos una mejor calidad de vida. Queremos disfrutar en nuestro país lo que disfrutamos en los países del primer mundo.
¡Adelante, millennials y generación Z de Honduras, un mejor país nos espera y juntos lo construiremos, confiando en Dios, nos vemos en el futuro!
direccion@macrodato.com Carlos G. Cálix es doctor en ciencias y director general de MacroDato. Director del Consejo Académico de Fundación Eléutera. Posdoctorado IIESS-CONICET.