La derecha seria

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2 de julio de 2024
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12:29 am
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La derecha seria

Lorenza Durón

La izquierda progresista ha generado un nivel de insatisfacción en las sociedades europeas que abren paso a la voces que claman la moderación. El establishment, dizque centrista es, en efecto, el extremo marginal al que las grandes mayorías se oponen. Organismos del dirigismo global restringen la libertad de expresión de quienes cuestionan los dogmas del verdismo, sanitarismo, migracionismo o intervencionismo financiado con recursos de los ciudadanos. Desde la panoplia de apelativos para describir las voces que han surgido a raíz de ese extremo al que han llegado los gobiernos europeos y aun los de Norteamérica, se cuestionan si en verdad hay una crisis de odio, histeria, irresponsabilidad o si la ciudadanía puede observar con sensatez las razones de su situación. Lo cierto es que se ha perdido la confianza en la izquierda radical como en los mandatarios actuales para manejar la inflación y los problemas ocasionados por las medidas sanitarias contra el covid19, la permisividad social y migratoria, la guerra, las restricciones al sector agrario y energético, entre otros.

En las redes se encuentran canales de contenido político que reflejan una cultura de la disidencia, a veces vacía, pero memética y aspiracional, en ciertos grupos etarios que apuntan hacia la derecha. Coinciden los de las generaciones X y Z en estas preferencias. El establishment coincide con los milenials, una generación que ve sus esperanzas en la clase política profesional.

Por ahí aparecen unos personajes extravagantes que expresan ideas del neo-reaccionarismo o ilustración oscura, nacionalismo ortodoxo, nacionalismo cristiano, populismo económico, chovinismo cultural, unos tales “pervertidos de la era de bronce”, neotradicionalistas, otros que abrevaron en fuentes postlibertarias y paleoconservadoras, y todo a cuanto la Wikipedia* casi añadió swastikas. Se excluye a la derecha woke y a los neoconservadores porque no son disidentes, ni extravagantes, ni populares. Algunas de estas ideas sobre la destrucción de la civilización occidental han llegado a calar en una población frustrada que puede percibir el discurso manufacturado y forzado que alcanzó el movimiento pendular hacia la locura.

Se tilda de extremista a quien ose cuestionar esa locura, al que se desvíe de los “talking points” de la opinión permitida. Es de ciudadanos serios clamar por la moderación de medidas extremas que los gobiernos aplican arbitrariamente. Pero detona la disonancia cognitiva de un cerebro que se baña en el mainstream. La derecha seria se guía de primeros principios* y no de las contorsiones intelectuales de la ingeniería social, aunque tengan que ser poco serios para llamar la atención.

 

 

*Wikipedia es la información oficial del mainstream, la opinión aceptable.

*Los primeros principios son verdades u orígenes evidentes que sirven como núcleo del conocimiento y la comprensión. (Definición simplificada de Aly Yuma en un artículo sobre Aristóteles)

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