Nery Alexis Gaitán
Sin trascendencia alguna se instauró el XXVII Foro de Sao Paulo en Tegucigalpa. Sus miembros pertenecen a la izquierda radical, y los que han llegado al poder tienen antecedentes nefastos y han sido vinculados a delitos de corrupción, lavado de activos y narcotráfico.
Es evidente la torpeza del gobierno, con el fin de afianzar su agenda política antidemocrática, al instaurar este nocivo Foro que a todas luces viene a interferir con la autodeterminación del pueblo hondureño a vivir en paz y democracia. Estos izquierdistas radicales llegaron a “asesorar al gobierno” cómo incrementar sus aciagos propósitos de continuar en el poder e instaurar el fracasado socialismo del siglo XXI en nuestra patria. Tal como lo expresó en su participación el excanciller venezolano, Jorge Arreaza: “Honduras debe seguir los pasos de Cuba y Venezuela”; o sea que con descaro nos recomienda que disfrutemos la miseria en que viven estos países.
Las torpes justificaciones para instalar este Foro son para reír o llorar, un diputado dijo que era para captar ideas de cómo vivir en democracia, ellos que son antidemócratas. En verdad que es para indignarse al ver el gasto millonario en que incurrió el gobierno sin ningún provecho para los pobres, mientras los hospitales están desabastecidos de medicinas. A propósito, el vicecanciller, Gerardo Torres, se negó a contestarme cuántos millones iban a gastar en este aciago Foro.
La otra justificación es que vinieron a “conmemorar” el 15 aniversario del Golpe de Estado. Este discurso trillado ya tiene cansado al pueblo hondureño, donde este gobierno le echa la culpa de todos los males a los golpistas, para justificar su incapacidad administrativa. Lo cierto es que estos hechos del 2009 dejaron una estela de violencia, saqueos, muertes y corrupción en la familia hondureña.
En verdad, estimados compatriotas, creen que hay que conmemorar que el Gobierno del Poder Ciudadano saqueó todas las instituciones del Estado; hizo desaparecer cinco mil millones de lempiras en sus últimos seis meses que estuvo en el poder; que con su proyecto de la cuarta urna violentó la Constitución y despilfarró cientos de millones de lempiras; que hizo desaparecer todo los millones del dinero de la Condonación de la Pobreza, etc., etc.
Nos parece completamente desacertado que sigan celebrando que dejaron al país en bancarrota y dividieron a la familia hondureña, con todo el daño social que provocaron, incluyendo muertes de hondureños valiosos. Y lo peor es que han hecho pactos de impunidad donde se han perdonado todos los delitos de corrupción que han cometido. Así que todo hondureño bien nacido no tiene nada que conmemorar.
El gobierno, en vez de gastar valiosos fondos en actividades políticas que no traen ningún beneficio al pueblo, debe invertir estos recursos en medicinas, en educación, en infraestructura… Es decir, debe trabajar por el bien común y no sólo para beneficiar a sus correligionarios y familiares. El nepotismo, la corrupción y la impunidad imperantes son terribles.
El gobierno debe trabajar por resolver los graves problemas que enfrentan los pobres, no hay medicinas en los hospitales y centros de salud públicos, la educación es pésima, la infraestructura está colapsada; cada día cientos de hondureños abandonan el país; la tasa de desempleo es altísima; las actividades del narcotráfico, el crimen organizado y la extorsión tienen al pueblo de rodillas. Y no hay políticas gubernamentales destinadas a combatir estos males endémicos.
Para finalizar, y evidenciar la grave situación en que se encuentra el país, transcribo parte de un informe recién publicado de la UNAH sobre la pobreza: “Honduras, históricamente, ha enfrentado altas tasas de pobreza en la que más del 60% de los hondureños vive en condiciones precarias, con una incidencia mayor en las áreas rurales donde alcanza el 76%. Además, que, aproximadamente el 40% de la población se encuentra en pobreza extrema. En este contexto, las cifras evidencian la gravedad del problema y subrayan la necesidad de políticas efectivas para su mitigación”.
¡LIBRE NUNCA MÁS!
