TRANS 450: Culpables de su fracaso

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1 de julio de 2024
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12:04 am
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TRANS 450: Culpables de su fracaso

Por: Otto Martín Wolf

Conocí el proyecto desde el principio, estoy completamente enterado del mismo desde sus orígenes.

El exitoso modelo del Transmilenio de Bogotá (desde luego que en Colombia) se tomó como ejemplo.

El entonces alcalde Antanas Mockus lo desarrolló en muy poco tiempo; si el sistema sirvió para una ciudad de 8 millones de habitantes (dije que Bogotá) ¿por qué no hacer algo igual en Tegucigalpa?

El BID rápidamente se interesó en el plan, se hicieron los estudios, se aprobó el diseño y se concedió el financiamiento.

Los fondos aportados por el BID (un préstamo con intereses, nada de regalo) jamás fueron manejados por la Alcaldía del Distrito Central, todos los pagos salieron directamente de la Dirección de Finanzas del gobierno central a las empresas y personas contratadas.

Cuando el alcalde Álvarez terminó su segundo período se entregaron las cuentas claras, con la confianza de que el siguiente alcalde culminaría el proceso.

Todo lo anterior está certificado por el BID.

El siguiente alcalde (Papi a la orden) recibió toda la información, era su obligación darle seguimiento.

Desde entonces no se ha movido una sola pieza ni adelantado en la obra. A veces (muy pocas) alguien piadosamente ha sacado la basura acumulada por los usuarios, generalmente menesterosos que por temporadas hacen de los edificios sus moradas.

Participé en una reunión privada (sólo tres personas incluyéndome a mí) con el representante del BID en esa época, el prestigioso profesional Eduardo Marqués Almeida a quien directamente pregunté el estatus.

Su respuesta, luego publicada en algunos medios, fue contundente: La anterior administración entregó cuentas claras, la obra se realizó en tiempo y el BID tiene disponibles $8 millones para concluirla.

No me lo contaron terceras personas. Estuve presente en la reunión con el alcalde Mockus en Colombia y también con el Sr. Marqués Almedia del BID.

¿Por qué desde que el alcalde Álvarez terminó su administración hasta la fecha no se ha avanzado con el Trans 450?

Eso es un misterio a resolver, pero no tan misterioso, desde luego que hay razones políticas y quizá hasta de ego.

El alcalde Asfura (Papi), perteneciente al mismo partido del alcalde Álvarez durante los ocho años de su administración permitió que el proyecto se fuera deteriorando, cuando los periodistas le preguntaban sobre el Trans 450 casi invariablemente respondía que era prioridad y que el próximo año se reanudarían las obras, todos sabemos lo que ocurrió.

En el presente, el alcalde Aldana tampoco ha movido un ladrillo para concluirlo.

El préstamo inicial con el cual se construyó, seguramente está siendo pagado por la Corporación Municipal y los $8 milloncejos esperan al igual que las abandonadas estaciones.

Por qué Papi a la orden no continuó y concluyó el proyecto, que estaba terminado casi en un cien por ciento, faltando únicamente las unidades que darían el servicio?

Existen razones para creer que el presidente Hernández estaba interesado en que NO se realizara la obra, obviamente para perjudicar al alcalde Álvarez, a quien seguía considerando rival suyo políticamente, aunque él ya era presidente.

Sabemos que así son algunas personas; es muy posible que por ahí ande la cosa.

Entonces, a qué se puede deber el fracaso del 450?

Influencia del presidente Hernández por celos políticos retrasados?

Perjudicar a un rival a futuro en la posible candidatura presidencial de Papi?

Cómo -si no- se puede explicar que en ocho años de Papi como alcalde no hizo nada al respecto?

En cuanto al actual alcalde, también tendrá sus razones; no es necesario ser muy versado en política para saber cuáles pudieran ser.

¿Quién ha perdido en todo esto?

En primer lugar, la ciudadanía capitalina; se le ha privado de un servicio de transporte limpio, barato, rápido, seguro y moderno como lo hay en Colombia, Guatemala y México, entre otros lugares de Latinoamérica.

En segundo lugar, la Alcaldía – dinero de los contribuyentes- que está pagando el préstamo más los intereses correspondientes por algo que quizá nunca vaya a funcionar.

También el Partido Nacional, ya que el fracaso del Trans 450 ha pasado -sin necesidad ni justificación- a formar parte proyectos fallidos como los hospitales móviles, las casas contenedoras y otros, plagados de corrupción.

Finalmente, el propio alcalde Álvarez, ya que ante los ojos de todos él es el culpable del fracaso.

Tegucigalpa y sus habitantes merecen que se trate de revivir y concluir el Trans 450, sin importar quién lo empezó ni quién cortaría la cinta el día de su inauguración.

[email protected]

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