Un autobús que cubre la ruta Amarateca-Comayagüela fue tiroteado frente al mayoreo zonal Belén, en la capital hondureña.
Afortunadamente, gracias a la rápida reacción del conductor, quien no detuvo la unidad y continuó su trayecto, se evitó una tragedia mayor.
Según los informes, los sicarios abrieron fuego contra el autobús con el objetivo de matar al conductor. Sin embargo, gracias a la decisión del conductor de no detenerse, ni él ni los pasajeros resultaron heridos.
El incidente subraya la constante amenaza de extorsión que enfrentan los conductores de autobuses tanto urbanos como interurbanos en Honduras.
Jorge Lanza, dirigente del transporte, lamentó el atentado y criticó la falta de operativos de seguridad constantes que prevengan estos actos violentos.
“Siempre que ocurre un atentado, al día siguiente hay operativos de seguridad, y no debe ser así”, señaló Lanza. Afirmó que es necesario implementar operativos continuos para evitar que las bandas criminales puedan movilizarse libremente.
