Por: Carolina Alduvín
En vista de los inocultables fracasos de los regímenes socialistas que durante el siglo XX se impusieron por la vía armada –tal como doctrinariamente lo instruían los manuales de sus decimonónicos ideólogos— en este siglo se elabora una nueva metodología. Consiste en alcanzar el poder aprovechando el hartazgo y la desesperanza de los pueblos saqueados y vilipendiados por políticos abusivos y corruptos, sometidos a los dictados de los organismos financieros internacionales. Estos, con tal de poder equilibrar su balanza de pagos y que siga la fiesta, tratan de hacer obra pública y aceitar la maquinaria del Estado, para apacentar los ánimos revolucionarios surgidos por el activismo panfletario de individuos inconformes, seleccionados y alentados por agentes del comunismo internacional. A veces se logra, otras no.
Cuando no es el caso, y la corrupción campea en vista de la impunidad y el relajamiento de las persecuciones en nombre de la doctrina de DDHH –que argumentan quienes hoy ignoran sus deberes constitucionales. La liga de bandidos denominada Foro de Sao Paulo instruye a sus afiliados a mentir, engañar, sobornar, comprar votos y voluntades, amañar sistemas electorales y lo que haga falta, para llegar al poder por la vía de las urnas. Una vez instalados, sacan las garras, incumplen la mayoría de las promesas de campaña; en especial, la de propiciar condiciones para la generación de empleos. Hostigan a los empresarios restringiendo el flujo de divisas, a los medios de comunicación negándoles pauta publicitaria –ellos se encargarán de los que señalen errores. Ocasionan el cierre de las fuentes de empleo y socializan la pobreza, porque el gran postulado es que “son los pobres quienes votan por nosotros”. “Si salen de pobres, entonces se vuelven nuestros opositores”. Jamás se vio “pensamiento político” más nefasto.
Entre los puntos que señala su estrategia, está el acaparamiento de todos los poderes del Estado, instancias administrativas que constitucionalmente han nacido a la vida como autónomas –con especial énfasis en el organismo electoral. Para las organizaciones de la sociedad civil; en cuenta los partidos políticos, recomienda el montaje de directivas paralelas, antidemocrático procedimiento en el que echan mano desde el convencimiento por las buenas, hasta el asalto; pasando por el soborno abierto y descarado, o el financiamiento desigual a la planilla que impulsan. Es lo que hemos venido observando en casi todos los gremios y asociaciones, como el de los periodistas y los médicos por citar un par de ejemplos. Con los abogados sufrieron un gran revés, pero igual no cejan en las ilegalidades y ventajismos; entre los cafetaleros, otros productores y profesionales. A quienes cuentan con financiamiento externo para contarles las costillas, pues la denostación y todo tipo de epítetos se entretejen con amenazas a muerte.
Esto ha significado la erogación de abultadas cantidades sustraídas de los impuestos que pagamos, muchos de ellos se hacen los difíciles y sí, les llegan al precio –como la reina que cambió las picas por la hoja de maple– pero es muy elevado. En compensación, otros han estado a disposición desde el día 1; o antes, cacareando su disponibilidad de ser títeres de la títere. Como los que se encuentran a la cabeza del ente estatal que otorga licencias ambientales a capricho –perdón, por instrucciones de. Ahora resulta que sin que hayamos visto los estudios de impacto, está lista la que hace falta para que se construya una cárcel de máxima seguridad en un área protegida de clase mundial, con una ubicación estratégica de clase mundial. Desde donde pueden operar sin ser detectados vuelos de rescate para prisioneros de altos vuelos. Por no mencionar que alguna potencia no afín ideológicamente a la potencia del norte, instale armamento estratégico, o que es la ubicación perfecta para trasegar cargamento ilegal a una península famosa por sus ruinas mayas.
Ese trío que avergüenza a los gremios a los que pertenecen, el usurpador no les ha montado paralelas y, vaya que se ha ahorrado millones, porque los cabecillas entregaron sus voluntades a cambio de una chambita regular, desde donde ahora propician todo lo que fustigaron y repudiaron en sus humildes comienzos. A estos no se les ha otorgado ni el poder ni el presupuesto para ganar adeptos. Igual son de las filas que creen que postrarse ante el patrón es la clave del éxito, se imaginan que les asegura el éxito en política y el futuro, cuando lo que les espera es todo el peso de la ley por delitos de traición, a sí mismos, al gremio y a la patria.
