Por: Lic. Gustavo Adolfo Milla Bermúdez
No debemos perder nunca de vista que la política es una actitud social. Una ininterrumpida tarea de gente que vive fatigada y trasnochada junto a los del “Foro de Sao Paulo”, que además son atorrantes, tránsfugas, demagogos y vocingleros internacionales, huéspedes en hotel pagado por el pueblo. Esos, los del “Foro de Sao Paulo”, son personas sin escrúpulos y no tienen dignidad alguna; son sin moral. Son tránsfugas. Quieren esclavizar al pueblo igual como viven los pueblos de Cuba, Venezuela y Nicaragua.
El hombre para sobrevivir tendrá que poner una mayor atención en las formas politizas y económicas. Los apátridas y sátrapas internacionales como los del “Foro de Sao Pablo” son aves de rapiña agoreras.
El futuro de las ciencias políticas encierra la solución de estos problemas que estamos viviendo de carácter fascista dictatorial-opresor, que tratan de imponer la doctrina del “Socialismo democrático y el socialismo del siglo XXI”. Por ello, más que un esquema político formal, esta disciplina democrática ahonda la naturaleza social de la libertad del hombre hondureño y explica su conducta de muchos años de vivir en democracia que hoy nos quieren arrebatar los demagogos “politólogos” sin oficio como el “asesor” presidencial pernicioso.
Vivimos “una crisis de valores del poder, que es una crisis de política, o sea en último término, una crisis del hombre. Y situando al hombre en esa panorámica social nos dice don José Ortega y Gasset: Jamás ha hecho el hombre cosa alguna en el mundo que no fuera circunstancial… hecho radical, el hecho de todos los hechos, es la vida de cada cual. No hay vida en abstracto. Vivir es haber caído prisionero de un contorno inexorable. Se vive aquí y ahora… Cada cual existe náufrago en su circunstancia. En ella tiene, quiera o no, que bracear para sostenerse a flote. Mas la historia no ha escrito la última palabra en el esfuerzo final para fortalecer y defender las instituciones democráticas.
Asomarse a las profundidades de la historia, es hacer labor de patria, para sacar algún vestigio valioso que oriente a las acciones humanas de un pueblo como el de Honduras. Cuantos gobernantes ignorantes, dictadores y comunistas que son sátrapas y apátridas, vulgares comerciantes que venden la patria sin honor y moral. En todas las épocas la historia se repite una y otra vez en los mismos términos. Los errores que la ignorancia o la ceguera mental del opio de política que son crímenes de lesa humanidad. Son Leviatanes y además perversos de toda maldad, sin escrúpulo alguno.
La filosofía, la política y la religión amplían el mundo de nuestros afanes y con ello cultivamos la esperanza. La vida cotidiana, en cambio, es una vida prosaica, en que las cosas carecen de idealidad o elevación, cuando no se vuelven insulsas o vulgares. En la trivialidad está el secreto de los humanos, más que en los esplendorosos caminos de la fantasía.
Ya hemos hablado y escrito, que no entienden que la democracia es el mejor sistema para vivir el hombre de las Américas. Pero los “socialistas demócratas y los socialistas del siglo XXI” unidos al comunismo sin Dios y sin pan, son utópicos que están ligados a los grandes vuelos de la imaginación. Son navegantes que descubrieron la “Isla de Utopía, la ciudad del Sol”. El porvenir de la ciencia se confunde con el porvenir de la humanidad y declarado resuelta las angustias del presente, permite evitar los problemas sociales que ninguna técnica de la materia jamás podrá solucionar. La política y la economía son sustancias de valor para el desarrollo integral. Mientras haya un niño sin pan, sin techo, sin escuela, sin vestido y sin medicinas, señala el hecho revelador que vivimos en el engaño de un gobierno Gaznápiro. El ser actual del gobierno nos aniquila como déspotas tiranos y nepotismo corrupto demagogo y, vocinglero como los del “Foro de Sao Paulo” que quieren y están empecinado que el pueblo de Honduras sea esclavo como lo son Venezuela, Nicaragua y la mercenaria Cuba comunista de Díaz Canel, los “hermanos Castro”, uno bajo la Tierra y el otro mirando arriba al Sol.
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