EL VIEJO Y NOBLE “SAN FELIPE”

El pasado Viernes 24 de Mayo por invitación del Comité de Apoyo al Hospital San Felipe, asistimos a un acto para recaudar fondos para contribuir al mantenimiento del viejo y noble centro hospitalario y para escuchar una interesante charla de Su Eminencia el Cardenal Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga sobre “La Función de la Mujer en la Sociedad”.

El evento fue propicio para que los asistentes conocieran algo que está ligado a la historia médica de la ciudad y que representa un valor incalculable que todavía está en pié desde hace 98 años.
El origen del Hospital de la capital comenzó al edificarse en el gobierno del Dr. Marco Aurelio Soto, la obra diseñada y ejecutada por Don Emilio Montessi, constructor de origen italiano que llegó a Amapala durante el auge portuario de los inversionistas alemanes.

El Hospital General de Tegucigalpa (FOTO 1) levantado con piedras de las canteras de Tegucigalpa en el Barrio Abajo, era de una sola planta y se inauguró el 26 de Agosto de 1882.
Eminentes galenos como el Dr. Alberto Bernard, primer decano de la Escuela de Medicina de nuestro país y otros distinguidos médicos hondureños como el Dr. Ugarte que había realizado sus estudios en Guatemala, asistieron a la inauguración.

Aquel Hospital General recibió el apoyo de los siguientes gobiernos y en la administración del Dr. Policarpo Bonilla Vásquez se hicieron algunas mejoras y ampliaciones internas al costado poniente del edificio.
En 1923 siendo presidente de Honduras el General Rafael López Gutiérrez, nació la idea de construir un Asilo para Indigentes y se negoció con Don Trinidad Rivera la compra de un predio en las afueras de la ciudad en el lugar conocido como Sabanagrande.

Se comenzó a construir la obra para destinarla al Asilo que llevaría por nombre “San Felipe” patrono de los pobres y los enfermos y los trabajos se pusieron en marcha resultando demasiado grande para los fines que fue construido porque el terreno comprado y la donación de un extenso predio que hizo Don Trinidad Rivera abarco una área muy extensa en el lugar al oriente de la capital.

Los sucesos políticos de 1924 que motivaron el sitio de la capital para derrocar al gobierno del Gral. López Gutiérrez demostraron que el lugar donde funcionaba el Hospital no era adecuado.
En Diciembre de 1925 el edificio del asilo estaba concluido (FOTO 2) y al asumir la Presidencia en Febrero de 1926 el médico santabarbarense Miguel Paz Baraona atendió la petición que le hizo el Director del Hospital General, el Dr. Manuel Guillermo Zuniga Medal (FOTO 3) a fin de trasladar el Hospital General del Barrio Abajo al edificio de San Felipe.

Las razones se fundamentaban en que el inmueble que ya tenía 44 años de servir como centro hospitalario resultaba insuficiente, no reunía condiciones para la docencia, no se podía incrementar el número de camas, los requisitos de asepsia no eran recomendables por lo incomodo que resultaba sacar los residuos de los enfermos y otros más que el mandatario tomó en cuenta para ordenar el traslado que en forma oficial se llevó a cabo el 12 de Junio de 1926.

El ya entonces Hospital General “San Felipe” (FOTO 4), estaba bien aislado, tenía suficientes pabellones, salas específicas para los enfermos, quedaba muy próximo el crematorio o basurero municipal para procesar los desperdicios ya que éste se encontraba en los barrancos de la bifurcación del camino a Valle de Angeles y la vieja carretera a Suyapa y al Oriente del país.

Prestigiados médicos entre los que recordamos a Francisco Sánchez, Ramón Valladares, Manuel Aguilar, Francisco Mayorga, el Dr. Ramírez Fontecha, Salvador Paredes, Manuel Larios Córdoba, Juan Mejía, Abelardo Pineda Ugarte, Humberto Díaz Banegas, Ignacio Midence, Roberto Lazarus, Octavio Vallecillo, Angel D. Vargas, Alfredo Midence, Ramiro Coello y los de la época moderna, han dirigido el “San Felipe” que aún, cuando se fundaron otros hospitales del estado, no han podido opacar la luminosa historia del querido y noble hospital de Tegucigalpa.

Médicos del ayer que se formaron en el San Felipe muchos de ellos ya desaparecidos (FOTO 5) y otros retirados por la edad, contribuyeron a cimentar la grandeza de un hospital por donde muchas generaciones de profesionales de la medicina pasaron por su anfiteatro en las sesiones de disección formándose como discípulos de Hipócrates para entregarse a la noble tarea de salvar vidas.

El antiguo inmueble en el Barrio Abajo que en 1942 se le agregó la segunda planta para convertirlo en el Palacio Nacional o Palacio de los Ministerios (FOTO 6) y hoy es el Museo de la Identidad Nacional, el San Felipe continua prestando sus servicios hospitalarios a los capitalinos especialmente en el área de la maternidad y en emergencias porque en éstos días difíciles que afrontamos los hondureños, un Hospital, como el antiguo de 1926 sigue siendo un icono de la medicina hondureña.

Hasta la próxima semana.