Shin Fujiyama: ¡Su legado para Honduras!

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24 de abril de 2024
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12:41 am
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Shin Fujiyama: ¡Su legado para Honduras!

Por: Óscar Lanza Rosales

Shin Fujiyama nos ha sorprendido nuevamente al recorrer 250 kilómetros desde San Pedro Sula, hasta la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) en la capital, en menos de dos semanas. Ha superado la meta de recaudar 2.7 millones de lempiras de patrocinadores y donaciones del pueblo hondureño para reconstruir una escuela experimental de siete aulas que sirve a los hijos del personal de servicios de la UNAH, como aseadoras, fontaneros, jardineros y guardias de seguridad. Esta escuela, construida hace 30 años con cartón comprimido, ha sufrido graves deterioros, presentando techos podridos y estructuras inseguras para los 300 alumnos que ahí reciben el pan del saber.

El esfuerzo físico de Shin ha sido notable, llevando a cabo esta caminata en pleno verano, enfrentando un calor sofocante, subiendo grandes pendientes, a pesar de sufrir una lesión en el tobillo. Su motivación radica en cumplir las promesas hechas a la comunidad, demostrando una profunda solidaridad con aquellos que, al igual que él en sus años universitarios, desempeñó labores de limpieza para pagar sus estudios.

Al terminar su caminata, llegó ovacionado con la gente que lo acompañaba y los universitarios y el rector de la UNAH, Odir Fernández, que le dieron la bienvenida.

Para aquellos que no lo conocen, Shin Fujiyama es un influencer japonés de 39 años, graduado en relaciones internacionales y premedicina en una universidad estadounidense. Su conexión con Honduras comenzó entre 2004 y 2007, cuando se enamoró del país y se comprometió a construir o reconstruir mil escuelas, con la intención de jubilarse en lugares como Siguatepeque, Valle de Ángeles o Santa Lucía, una vez cumplida su meta.

Para cumplir ese propósito, creó desde 2007, Students Helping Honduras (Estudiantes Ayudando Honduras), una organización sin fines de lucro, de la cual es su director ejecutivo, que trabaja para mejorar las condiciones de vida en Honduras a través de proyectos educativos, quedándose desde el principio en El Progreso, Yoro, desde donde ha logrado hasta la fecha, abrir 70 instituciones educativas en diversas comunidades marginadas hondureñas. Además, ha fundado Villa Soleada en la misma ciudad, un hogar para familias de escasos recursos y niños remitidos por las instituciones de atención a la infancia, donde ofrece educación bilingüe de calidad. Su objetivo es alejar a los niños de la violencia a través de la educación.

Además de su labor filantrópica, Fujiyama es un destacado creador de contenido en YouTube, donde comparte su misión de construir mil escuelas en Honduras y resalta las maravillas del país, habiendo superado ya los 500 mil seguidores.

Su trabajo ha sido reconocido dentro y fuera de Honduras, destacando entre los mismos, el premio de la cadena televisiva estadounidense CNN Héroes 2009 y Cambiando Nuestro Mundo. Según ellos, fue seleccionado debido a su impacto positivo, su compromiso con la causa humanitaria en Honduras, su ayuda a aumentar la visibilidad de su trabajo e inspirar a otros a involucrarse y apoyar la causa de Students Helping Honduras.

El Congreso Nacional de Honduras también le otorgó un reconocimiento -medalla y pergamino- a su destacada labor social en beneficio de la educación, demostrado un fuerte compromiso con el futuro de los niños y jóvenes hondureños.

Su novia es la hondureña Yeimi Licona, de 21 años. Me gustan las calificaciones cariñosas de algunos medios como “Un japonés, cinco estrellas, macizo y héroe” o un “Catracho de corazón”, porque según Shin, escogería nacer en Honduras antes que en Japón.

La escogencia de esta escuela dentro de la UNAH, me parece una paradoja o una ironía, que tenga que venir de una persona como Shin, a resolver un problema de la máxima casa de estudios del país, que se supone debería ser la fuente generadora del desarrollo nacional, y no digamos en esta clase de negligencias en su entorno, que, con el despilfarro de recursos económicos para otros menesteres sin importancia, podría financiar. Si esto sucede en la UNAH, ¿qué se puede esperar del resto del país?

En su actuar, Shin nos ha dado lecciones inspiradoras a los hondureños en general, pero sobre todo a nuestros políticos en el fiel cumplimiento de las promesas, no obstante, el sacrificio personal que eso puede implicar, y a las autoridades educativas del país, que han sido incapaces con los altos presupuestos que se les asigna anualmente, para construir instalaciones adecuadas para nuestros estudiantes, y lo principal, en brindar una educación de calidad. Mi pregunta: Si Shin está poniendo todo su potencial por la educación en Honduras, ¿por qué los hondureños no podemos hacer lo mismo?

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