Walter Miranda Sabio, magistrado de CSJ: “Cuando concursé, decía: todo está arreglado”

ZV
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17 de febrero de 2024
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12:49 am
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Walter Miranda Sabio, magistrado de CSJ: “Cuando concursé, decía: todo está arreglado”

Estaba decidido a dedicarse al fútbol profesional cuando su papá lo paró en seco: “Eso no da nada, buscá a estudiar, muchacho”, le dijo a principios de los 90. Entonces, se vino a la capital donde, una vez instalado, le picó el gusanito de los medios de comunicación, influido, dice, por periodistas como Henry Marvin Cabrera, “Escopeta” Vallejo y Rodrigo Wong Arévalo, pero al final se decidió por el Derecho. Hoy, es uno de los nueve jueces del alto tribunal y el primer negro en ocupar este cargo. A casi un año de la actual corte, estas son sus impresiones sobre liderar la aplicación de justicia en un país con una impunidad galopante. Admite que, cuando se postuló, no pensaba llegar tan lejos.

¿Siempre va a Trujillo?
Seguimos arraigados con Trujillo a pesar que vivimos en Choluteca, tenemos toda la familia allá.

¿Cómo transcurrió su infancia?
Muy bonita, en el barrio se jugaba todos los días algún deporte, mucho compañerismo y no había esta tecnología de ahora, ese compañerismo que ahora no se ve.

¿Trabajó de niño?
No, mi madre era maestra de primaria y mi papá se fue temprano a los Estados Unidos, así que mi infancia no fue de lujo, pero con las necesidades básicas satisfechas.

¿No se quiso probar en el fútbol?
Sí, estuve en las reservas del Real España con el Guasco López, compañero de Christian Santamaría, pero mi papá me paró en seco y me puso a estudiar.

¿Otra faceta más que le gustaba?
Fíjese que quería incursionar en la radio, escuchaba mucho a Henry Marvin Cabrera, a “Escopeta” Vallejo y a Wong Arévalo, entonces, quería estudiar periodismo, pero al final decidí por Derecho. Claro que guardaba admiración don Julio Arriola, el corresponsal de la América desde el histórico puerto de Trujillo, como se despedía de las transmisiones.

¿Nunca quiso poner un programa de radio?
No es fácil, en algún momento quisimos hacerlo, pero como no había escuela de periodismo en Choluteca y ahora el tiempo es oro para mí.

¿Se le hizo difícil el cambio a la ciudad?
Con los mismos problemas de los que vienen de los pueblos a una ciudad tan grande, pero me adapté rápido, mi tía Martha Adelina Sabio me ayudó mucho y luego con tres de mis hermanos, ahí vivimos en Residencial Plaza.

¿Estos Sabios son los mismos?
Todos, solo que en política unos son liberales, otros ncionalistas y de Libre.

¿Cómo llega a Choluteca?
Era abogado de una ONG y me mandaron un mes y luego me terminé quedando, trabajando con niños de escasos recursos económicos. Fue una experiencia muy maravillosa, después me casé con Ligia Padilla, mi compañera hasta ahora. Me hice notario, luego integré la Corte de Apelaciones de Choluteca y Valle.

Muchos no creen en los concursos para magistrado de la CSJ, ¿cómo se le ocurrió participar?
Yo también estaba escéptico, la verdad que yo decía ‘todo eso está arreglado’, pero mi hijo me animó, conseguí la información requerida y decido participar diciendo que tenía todo en contra por una sencilla razón: Nunca había estado un magistrado negro, garífuna y tampoco tenía un partido, así fui avanzando, cuando pasé la prueba en conocimiento yo dije esto es en serio.

¿Se cree independiente?
No voy a negar mi militancia en el Partido Nacional, eso no lo voy esconder, sobre todo, el apoyo de los diputados, pero en mis decisiones judiciales soy independiente. Definitivamente, estamos haciendo las cosas a nuestro saber y lo que nos dicta la conciencia.

¿Se siente cómodo en una sala que no es su orientación?
Son cosas de la vida, pero todos debemos estar preparados para cualquier sala. Me ayudó dar clases en dos universidades porque me hizo conocer las ramas del Derecho aunque yo le pedía al coordinador de la clase que no me diera derecho penal, ahora me ha servido.

¿Mora?
Hallamos 2,600 expedientes de la corte anterior, pero con Díaz Flores y Mairena Franco, mis dos compañeros de sala, estamos sacando más de 300 recursos de casación. Las críticas han mermado porque en efecto estamos trabajando y me precio decir que hemos superado por mucho las cortes anteriores, queremos superar el año anterior con 500 expedientes este año.

¿Qué idea tenía de esta corte cuando litigaba y no le resolvían?
La verdad que cuando uno está afuera piensa que aquí no se hace nada, pero ya adentro se da cuenta que hay mucho trabajo y depende de las personas que lo quieran resolver. Nosotros tenemos que responderle a la población, que es la que paga los impuestos, nosotros estamos tratando de resolver la cantidad de recursos posibles, que los fallos sean con calidad, no solo cantidad, incluso, en los casos emblemáticos.

¿Cómo es su relación con la presidenta y el pleno?
Muy buena con todos, camaradería, como en todo órgano colegiado habrá cosas que no nos vamos a poner de acuerdo, sin perder el respeto.

¿Qué idea tiene del sistema de justicia en general?
Hay mucho que mejorar, no sé si el término sea depurar, pero hay muchas cosas por cambiar, a nivel de judicatura, hacer un diagnóstico, escuchar a los litigantes porque ellos saben cuáles son las necesidades.

¿Es cierto que no quieren rotar la presidencia en la Sala Constitucional?
Hay especulaciones, pero la presidenta ya aclaró que van a haber rotaciones. Para la salud del Poder Judicial se debe respetar la Constitución y el reglamento interno que dice que la presidencia de cada sala es de un año rotatoria para cada miembro, yo por lo menos no apoyaría lo contrario, estoy preparando para entregar mi presidencia al compañero Mairena.

¿Qué se puede hacer para las comunidades garífunas en el ámbito judicial?
Tenemos esa deuda histórica con los pueblos negros y garífunas, vamos a cumplir 227 años de presencia en el país y es una pena que hasta ahora llegue un garífuna a la Corte, es una evidencia de una discriminación histórica. Si bien es cierto hay muchos que pasaron por el Ejecutivo y el Congreso, tenemos un déficit de jueces en los pueblos originarios, debemos tener mayor presencia, estamos buscando cómo ayudar a estas comunidades porque en algunas de estas no hablan español y entonces hay que buscar soluciones.

ÉL ES…
Walter Raúl Miranda Sabio nació en Trujillo, Colón, el 9 de febrero de 1974.
Hizo sus estudios primarios en esta ciudad-puerto y completó el bachillerato en Tela. Estudió Derecho en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) con orientación en Derecho Laboral y máster en Derecho Empresarial. Por más de 25 años alternó entre la asesoría privada y la carrera judicial. Actualmente, es magistrado de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y coordinador de la Sala Penal.

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