Aquellos diciembres…

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18 de diciembre de 2021
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12:19 am
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Aquellos diciembres…

Lo nuestro. Aunque muchos ricachones traen los adornos navideños de “afuera”, muchos catrachos prefieren las artesanías de la temporada hechas por manos hondureñas.

¡HOLA, HOLA! Amables lectores donde se encuentren. Por todo lo que hemos pasado, ahora más, para esta temporada nuestra gente recuerda tiempos idos.

Aunque el espíritu comercial navideño se siente en el ambiente, hay sentimientos encontrados. Unos, dando gracias a Dios que sobrevivimos y aún tenemos familia, amigos -aunque limitados- con quien compartir.

Por otro lado, y tratando de abonar al alma contrita, se piensa en tantos que han perdido a sus familiares por culpa de esta maldita pandemia. Cuantos amigos se fueron este año que termina.

Otro diciembre que deshoja el calendario. Aún con la pandemia y las amenazas de sus variantes, el “feliz Navidad y Año Nuevo” se dará con la costumbre ya matriculada. Con la esperanza que realmente sea mejor.

Que el cambio de gobierno nos depare a todos mejores horizontes, en esta Honduras merecedora de mejor suerte.

Ventas. Provenientes del interior, campesinas venían a vender musgo y otros implementos para el arbolito. Aquí, en el desaparecido mercado Los Dolores.

AYER Y HOY

Un ayer así era la cosa. Llegaba el 24 de diciembre. Tempranito, casi todos los niños de los barrios han sido bañados. Sus padres los hacen lucir sus mejores galas para recibir el nacimiento del Niño Dios y los regalos de Santa Claus.

En las casas hay música. La “chirivisca” (rama seca que nos mandaban a cortar a las montañas cercanas otrora llenas de árboles) ya está vestida con los foquitos multicolores. El pesebre esperando. El ambiente con olor a aserrín y pino esparcido, besa el suelo de tierra de las viviendas.

Doña Juana, igual que sus amigas, tienen el fogón a “todo meter”, cocinando la pierna de cerdo, nacatamales, torrijas…

Por su parte doña Andrea entra y saluda a su vecina. Viene a invitar a los muchachos para que no “dejen de visitarlos, que habrá fiesta hasta el amanecer”. Todo es alegría.

No llegará doña zozobra. Las puertas están abiertas para todos. Calles de barrios y colonias se cierran para los carnavales.

Aquí quedaba el Zombie Club. Se dice que se armaban las fiestas a puro rock and roll. Hoy edificio Midence Soto.

Hoy, los tiempos han cambiado. La nostalgia y temor al contagio es lo que abraza. Los cipotes ya no esperan a San Nicolás. No creen. Les han dicho que no existe, privándolos de la fantasía y alegría de aquella niñez del pasado.

No entró porque no hay chimenea. No les dejó los juguetes solicitados porque “se han portado bien”. Sus corazoncitos ya no palpitan en la espera, bajo el encanto mágico de la inocencia.

Casi todos encerrados en sus casas. Los cipotes con “su amigo inseparable”, las tabletas, IPod, el celular. Si se reúnen en familia ya no platican. Cada quien robotizado con su aparato.

Si hay música navideña ambiental no la escuchan, están inmersos en su mundo con los audífonos. Los saludos a familiares y amigos visitantes desde larguito. Se perdió la algarabía del ambiente en conjunto. Por allá se oye una música que la Navidad es blanca. Pero ahora tiene el color y marca del celular…

Hockey Club. En décadas pasadas en esta zona operó un sitio para bailar con este nombre. Hoy conocido como callejón Uhler.

ASÍ ERAN

Más atrás, las fiestas populares se daban en el Hockey Club, Zombie, Centro Social Universitario, Club de Leones. El Duncan Mayan y Country club era para los más “encopetados “, entre otros sitios. Se extendían hasta altas horas de la madrugada.

Se bailaba al son de los muchos grupos musicales que existían en Honduras. Sin ningún temor del regreso a sus hogares.

Las costumbres y tradiciones navideñas son la mejor manera de recordar nuestra historia y cultura. La de nuestros antepasados. Experiencias que van de generación en generación.

Todos debemos comprender el verdadero significado de cada una de ellas. De esta forma poder transmitirlas a nuestros descendientes. Y que no mueran.

Para muchos esta temporada no es más que una fecha especial para divertirse, comprar o vender mercaderías y regalos. No debemos olvidar que todas ellas poseen un significado religioso y espiritual. Es la fecha en que se realizó el milagro del nacimiento del Hijo de Dios, hecho hombre.

Las “chiriviscas”. Ramas de árboles secos en Navidad. Tradición que se ha ido perdiendo.

Entre los eventos que aún se realizan durante las fiestas de Navidad y Año Nuevo en algunas comunidades en Honduras están: El árbol de Navidad/ elaboración del nacimiento/ posadas/ pastorelas / villancicos/ desaparición y búsqueda del Niño Dios/ celebraciones religiosas en iglesias.

También fiestas y reuniones familiares o comunales / compra de “los estrenos” / comidas y bebidas / elaboración del monigote del año viejo/ llegada de los tres reyes magos el 6 de enero.

Y por hoy hasta aquí. Hemos dejado otra HUELLA imborrable en el pedregoso camino de un ya largo trajinar.

QUE DIOS NOS CUIDE A TODOS.

Comentarios y más a: [email protected] Lean estos reportajes en mi muro en FB. (Carlos Arturo Matute)

Tronazón. Al igual que todos los años, la prohibición de quema de pólvora queda en papel mojado. Retumban la capital y otras ciudades el 24 y 31.

MEJORES TIEMPOS VENDRÁN…

A todos, directa o indirectamente nos ha afectado lo sucedido estos años. Otro para el olvido. Menos a algunos políticos corruptos (no todos por suerte, porque hay honrosas excepciones) que se han aprovechado de la desgracia de una pandemia, que aún está latente con sus posibles variantes, y las secuelas de dos huracanes.

Manos sucias se habrían apropiado indebidamente de lo que significaría asistencia en nuevos hospitales, medicinas, comida y alivio para los más necesitados. Burócratas que en sus lujosas oficinas reciben sin tardanza jugosos sueldos sin siquiera esforzarse. Y mucho menos pensar donar una parte a sus hermanos en desgracia.

Qué pena. Muchos seudo líderes pasaron por alto todo ello. Han quedado al desnudo en estos tiempos en que más se les necesitaba para ayudar a los que siempre les han mentido. Se les ha castigado con el voto.

Total, hoy vivimos sentimientos navideños encontrados. Aún así, como el viento libre de cadenas, aflora el sentimiento de paz y concordia entre familia y amigos para discretamente darle la bienvenida al nacimiento del Niño Dios.

Y ahí está. En el rincón de un hogar, el arbolito con sus lucecitas de esperanza. El pesebre esperando colocarlo tiernamente en la víspera. Como otro comienzo. Un renacer que nuevos horizontes vendrán para los buenos. Que somos más.

Muchos tienen para comer su piernita de cerdo, tamalito, torrijas. Otros esperan que se las brindemos para paliar sus sentimientos y abonar a que se alegre su marchito espíritu. La Navidad es paz, unión y solidaridad. Qué mejor para la reflexión espiritual.

Elevamos una oración al Altísimo y decirles que no dejemos que desfallezca nuestra fe. Que Dios nos ayude a salir adelante. Que ÉL no castiga a sus mejores guerreros. Los prueba.

Para el que trabaja honestamente y se esfuerza, mejores tiempos vendrán…

Tradición. Piernas de cerdo, pavos y pavipollos horneados. (Servicio a domicilio que continúa ofreciendo la empresa Banquetes para el 24 y 31 de diciembre).
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