Ranking de la inversión extranjera

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22 de abril de 2024
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12:08 am
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Ranking de la inversión extranjera

Por: Rodolfo Dumas Castillo

Hace poco diario El País público un reportaje denominado “Ranking de la Inversión Extranjera”, en el que presentó un análisis de los factores que inciden en la atracción de Inversión Extranjera Directa (IED) en Centroamérica. Nos resultó interesante porque se hizo partiendo de una realidad indiscutible: la competencia por atraer inversiones es global, es decir, competimos con todo el mundo. Existen realidades en la dinámica centroamericana donde, a pesar de que todos los países cuentan con leyes e incentivos fiscales muy similares, son los detalles los que permiten a unos mayores éxitos que a otros.

El reportaje expone que existe una constante evaluación de parte de los inversionistas sobre las reglas y demás condiciones que ofrece un país, generando evaluaciones o “rankings”, donde los mejor calificados gozan de mayores oportunidades. El reportaje refleja que dos países son los que han logrado mayor éxito en la captación de IED en los últimos dos años, Costa Rica y Panamá que, de acuerdo con estudios del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI), han podido captar alrededor del 62% por del capital extranjero que llega a nuestra región. En 2023 Costa Rica captó un 41.29% de la IED, mientras que Honduras apenas un 11.33%.

Según el ICEFI esto muestra que “los incentivos no deben centrarse únicamente en la parte fiscal, sino que debe tomar en cuenta los fundamentos socioeconómicos de cada país, creando una marca país donde se destaquen las ventajas en infraestructura física y social, seguridad, justicia, estabilidad política y jurídica, solidez y apertura de los mercados financieros.” En todas esas áreas Honduras tiene mucho por hacer. Es importante, asimismo, que el discurso gubernamental sea amigable a las inversiones y no uno que satanice a quienes deciden invertir; se debe generar certidumbre y no lo opuesto.

Los incentivos fiscales se deben complementar con infraestructura adecuada, mano de obra calificada y acceso preferencial a mercados internacionales a través de acuerdos comerciales. Lastimosamente Honduras actualmente aún no logra recuperar el sector de energía eléctrica, que ha sido víctima de ineficiencias y abusos históricos que resultan en una oferta cara e inestable. Buena parte de la solución está en permitir un mercado más dinámico y, entre otros elementos, autorizar la tarifa aplicable a los auto-generadores a fin de que sus excedentes puedan ser inyectados al sistema interconectado, reconociéndoles un crédito y revolucionando el sector en beneficio de los usuarios.

Dos países nos arrojan luces sobre el camino a seguir, empezando con México que desde hace dos años inició un trabajo metódico, con visión a largo plazo y trabajando de cerca con el país que cuenta con el mayor mercado del mundo, para aprovechar la oportunidad histórica del nearshoring. En este mismo espacio escribimos sobre las reuniones entre las Secretarías de Comercio de México y Estados Unidos de América, y como juntas diseñaron una estrategia para construir las infraestructuras, capacitar la mano de obra e implementar las reformas legales necesarias para que México fuera el destino idóneo para recibir a las empresas que se trasladarían desde Asia. Los resultados son elocuentes.

Similarmente, Costa Rica recibió con brazos abiertos la oportunidad que presentaba la ley “Chips” aprobada por la administración Biden. Inició un proceso de trabajo colaborativo con las agencias de los Estados Unidos para identificar las reformas normativas, estructurales y demás que fuesen necesarias para aprovechar las ventajas de dicha ley, particularmente en industrias tecnológicas y de microprocesadores. Los resultados han sido tan positivos que un reciente artículo del New York Times sugiere que ese país podría convertirse en el “Silicon Valley” de Centroamérica.

Hemos escuchado algunas personas insensatas decir que Honduras no necesita inversión extranjera. Esa línea de pensamiento es temeraria, contraria a la realidad mundial y sumamente peligrosa para nuestro futuro. En este tema los desvaríos intelectuales no pueden sobreponerse al bien común. El contexto económico global nos exige atraer inversión extranjera, como complemento de la inversión nacional; con ambas el país puede superar los abrumadores niveles de pobreza que hoy afectan a la mayoría de la población.

El camino no es tan complicado y Honduras cuenta con los recursos naturales y humanos para despegar como una nación próspera. Lo importante es identificar cómo, mediante un diálogo amplio y franco entre los diferentes sectores nacionales, podemos trazar la ruta que nos permita desarrollar todo ese potencial y con ello enderezar el rumbo. Hemos perdido oportunidades importantes, pero aún estamos a tiempo de construir un país que deje de estar en la cola y pase a ser líder de los “rankings”.

Correo: [email protected]

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